Por: Iris Ibeth Pérez
Una serie de hechos desencadenaron en la diversificación de la matriz energética, clave para bajar en la actualidad el precio de la energía eléctrica a niveles competitivos, elevar la cobertura en el país, mejorar el transporte de la misma y generar cambios reglamentarios a nivel regional.
Las mejoras que ahora se han percibido en el sector de la energía eléctrica no fueron realizadas de un día para otro. Es el resultado del trabajo de diversos actores, quienes hoy se sienten satisfechos y convencidos de que aún vendrá más progreso y se expandirá con diversos beneficios para la economía, la productividad y competitividad del país.
Guatemala tiene actualmente precios competitivos a nivel regional, gracias a la diversificación de la matriz energética y con ello la introducción de energía renovable, la cual pasó de un 35% de dicha matriz al 65%, impulsando la generación hidráulica, eólica, solar y de biomasa, sustituyendo el uso de combustibles no renovables, más costosos y dañinos al ambiente, como el búnker.
La electrificación rebasa el 91% en todo el país, cuando en 2011 la cobertura era del 81.5%. La generación actual no solo cubre la demanda local de energía, sino se incrementó la exportación a Centroamérica. Con tecnología de punta y las ampliaciones en la transmisión, los apagones y la racionalización del suministro son cosa del pasado.
Todo ello se ha percibido en la disminución en el precio de la factura al consumidor residencial y empresarial.
¿Cómo ocurrió esto? De acuerdo con Carmen Urizar, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica –CNEE-, ente rector en la materia, la Política Energética para Guatemala 2007-2015 delineó objetivos precisos que contribuyeron a estos avances. “En el 2007 se hizo un alto para profundizar las reformas que hoy están dando resultados”, señaló.
De esa cuenta hubo importantes avances, como un giro a la forma de adquirir la generación de energía, por medio del Plan de Expansión de Generación–PEG- , del cual se licitaron tres contrataciones de potencia y energía para usuarios de la Empresa Eléctrica de Guatemala –Eegsa- y de Energuate, a través de la Distribuidora de Electricidad de Oriente –Deorsa- y la Distribuidora de Electricidad de Occidente –Deocsa-.
El artículo 1 de la Ley General de Electricidad –LGE-, Decreto 93-96, indica: “Es libre la generación de electricidad y no se requiere para ello autorización o condición previa por parte del Estado, más que las reconocidas por la Constitución Política de la República de Guatemala y las leyes del país”.
Víctor Suárez, ex presidente de la Cámara de Industria de Guatemala –CIG- y uno de los principales impulsadores de la modernización del sector energético, explicó que con esta apertura de mercado se logró vencer el monopolio estatal que por décadas, previas a la LGE, estuvo en manos del Instituto Nacional de Electrificación –INDE-, el que generaba, distribuía, cobraba y autorizaba lo relacionado a energía eléctrica. (Vea: Fechas clave).
“No existía un sistema de regulación, por lo que el sector vio con preocupación el desarrollo industrial y social. Era la energía más cara de América Latina y, ante la escasez y alto costo, se trabajó en un cambio estructural”, recordó Suárez.
La LGE también estipula en el artículo 13 que la autorización para generar, transportar y distribuir energía eléctrica será otorgada por el Ministerio de Energía, no pudiendo exceder del plazo de 50 años, ni tener carácter de “exclusividad”, de tal manera que terceros puedan competir con el adjudicatario en el mismo servicio.
Suárez considera que aún hace falta competencia para que esa “exclusividad” sea eliminada, y así lograr más competencia y un libre mercado que genere más competencia legítima y mejoras para el sector.
Mientras tanto, hay importantes proyectos de generación que ingresaron al país. Alrededor de 60 empresas invirtieron US$2 mil 300 millones en los últimos años. Por ejemplo, Jaguar Energy, que generará 300 Mega vatios -MW- de potencia, la primera planta de generación eólico San Antonio, El Sitio, ubicada en Villa Canales y la planta de energía solar más grande de Centroamérica, Horus Energy, del Grupo Onyx. Todas las inversiones en generación y distribución de electricidad han aportado miles de empleos directos e indirectos, en beneficiode la economía nacional.
Un informe de Invest in Guatemala asegura que el potencial de inversión en energía renovable es de $6 mil millones y que en la actualidad el 75% de generación está en manos privadas. En materia hidroeléctrica, el potencial es generar 5 mil MW y tan solo se utiliza el 21% (1,060MW); en geotérmica el potencial es de 1 mil MW y se ha explotado apenas el 4% (36MW).
En el caso de la energía eólica se esperan los primeros 50 MW, un 5% de la capacidad, no obstante se podría generar hasta 1 mil MW y las áreas de mayor potencial son Sacatepéquez, Zacapa, San Marcos, Sololá y Huehuetenango, entre otras, por sus grandes corrientes de aire.
En energía solar se estima un potencial de 400 MW, teniendo Guatemala una posición privilegiada, y se utiliza el 23% (93MW). Y la otra fuente de energía limpia es la biomasa, con un potencial de 1 mil MW, de los cuales se utiliza el 32% (312 MW), principalmente generado por los ingenios.
Disminuyen los precios
La generación de electricidad es el primer componente del servicio que se factura, por lo que este primer esfuerzo ha sido cumplido, coinciden los entrevistados. La tarifa de electricidad se compone básicamente de los costos de generación, transporte, distribución de la energía eléctrica e impuestos.
Dimas Carranza, director de regulación y tarifas de Energuate, (Deocsa y Deorsa) explica que la reducción en el precio se debe a que los procesos de licitación para la compra de la energía permitieron obtener energía de fuentes renovables con costos competitivos.
Los 1.6 millones de clientes se han visto beneficiados con una reducción de entre 12% y 13% para Deocsa y Deorsa, respectivamente.
En 2008, Energuate adjudicó la compra de 200 MW a una central de carbón, (Jaguar Energy). Este proceso se intensificó en 2010, 2012 y 2013, cuando se presentaron nuevas licitaciones para la adquisición de hasta 800 MW para sus distribuidoras.
En el caso de la Empresa Eléctrica de Guatemala –EEGSA-, que sirve a 1 millón 120 mil clientes de Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez, percibieron un 5% de reducción en la factura para el presente trimestre, adicional al 21% de reducción que se ha reportado durante este año.
Carlos Rodas, gerente de Gestión, Planificación y Control de EEGSA, dijo que se impulsaron licitaciones abiertas de energía y potencia, “logrando a la fecha diversificar la matriz energética e incorporando fuentes renovables”.
Además, este fenómeno aumenta la competitividad de la industria y el comercio del país. “Con tarifas más bajas y estables, en el suministro a largo plazo se alcanza una ventaja en relación con el resto de países del áreas”, puntualizó Carranza.
Urizar recuerda que estos procesos de “licitación” a los que se refieren los entrevistados son también logros de modificaciones en la legislación. Recuerda que antes de la existencia de la LGE, la contratación era directa entre los distribuidores y generadores, lo que causó precios altos y la imposibilidad de intervenir en supervisar e incidir.
Sin embargo, esa figura de “licitar” traslada transparencia, porque la CNEE supervisa, se genera más competencia y, por ende, se ofrecen mejores precios en la subasta, abaratando el servicio.
Además, se estipuló que las distribuidoras debían de anticipar dos años a la contratación de generadoras, para evitar retrasos que repercutieran en falta de energía.
Grandes usuarios, más competitivos
La Ley señala tres tipos de mercado en el país: el Regulado, el No Regulado y el de Distribución Privada. El primero y más usual es el Mercado Regulado; donde se ubican todos los clientes de baja tensión que consumen menos de 100 kilovatios de potencia –KW- por mes, en el cual operan las distribuidoras Eegsa y Energuate, bajo la supervisión de la CNEE.
El segundo es el Mercado No Regulado, donde se encuentran los grandes usuarios de alta tensión, en su mayoría el sector industrial que consume más de 100 KW de potencia por mes.
Y el tercero es el mercado de Distribución Privada, el cual se realiza de forma directa. Aunque no es usual que se utilice el mecanismo, en Guatemala opera bajo esa modalidad la Generadora de Energía Eléctrica del Sur –Gesur-.
En el caso de los grandes usuarios, el Ministerio de Energía y Minas –MEM- registra 967, entre ellos mega industrias, Centros Comerciales, Estadios, entre otros. Adquieren la energía bajo cualquiera de las dos modalidades existentes: A término, es decir, por contrato o en el mercado de oportunidad o “spot”.
Marcia Morales, gerente de apoyo estratégico del Administrador de Mercado Mayorista –AMM-, explica que ellos “tienen la libre elección de contratar su energía con cualquier comercializadora, distribuidora o generadora que les presente las mejores condiciones y esta contratación se hace entre las partes involucradas”.
Y la otra modalidad es el mercado de oportunidad, que es el mecanismo de cierre que liquida toda la energía que no está comprendida en contratos. El precio spot se fija cada hora y depende del costo variable de la última unidad de generación de energía usada para cubrir la demanda.
El precio spot en mayo de 2014 fue de $120 MWh, mientras que para el mismo mes de 2015 fue de $90 MWh, situación que eleva la competitividad de las empresas. Por ejemplo el sector de textiles, cuyo 40% de sus costos es por factura de electricidad, ha visto sustanciales ahorros en este tema.
Morales asegura que el modelo de mercado actual busca la optimización del despacho de energía y el mantenimiento de las condiciones de libre mercado. “Se busca que crezca la generación de energía o bien la oferta, lo que propicia mejores precios”, señaló.
Además, el AMM propicia mayor cantidad de oferta, lo que garantiza que no exista déficit de energía en el país y, “en consecuencia, mejora los precios de la energía en general”, aporta Morales.
El volumen de transacciones en el AMM ha crecido de forma significativa. De $132.12 millones en 1998 pasó a $1,507.82 millones en el 2014.
Transporte efectivo, buenas expectativas
Otro logro importante es que se ha cambiado el sistema de transmisión de energía, que antes estaba congestionada en un 95%. Tal vez el lector recordará los “apagones”, que no solo afectaban a la industria, sino causaban pérdidas y daños a la población en general. El Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía –PET- espera instalar 800 kilómetros de línea, por medio de 6 anillos, que darán mayor confiabilidad y redundancia al sistema de transporte y acercan el sistema de transporte a las áreas en las cuales hay mayor potencial para generación hidráulica; al momento solo hace falta finalizar el paso en 18 municipios de los 74 planificados.
Urizar asegura que ahora la transmisión tiene una característica principal, y es que se elevó la confiabilidad. Aunque se calcula que el proyecto se ha ejecutado en un 60%, debido a la conflictividad en algunos lugares, el optimismo permanece y el diálogo se mantiene para finalizar la obra.
Pero el trasporte de energía no solo se garantiza en el país, sino para el resto de Centroamérica y México. Los diversos actores en el tema pretenden convertir a Guatemala en un productor y exportador eléctrico, por lo que se concretaron los esfuerzos para hacer realidad el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central –Siepac-.
En el 2013 se completó la línea física del Siepac y fue en agosto de 2014 cuando se inició a exportar con ese mecanismo. La cifra aumentó en 106.3%, cuando vendió 986.4 Gigavatios hora –Gwh- comparado a 478.1 Gwh de un año anterior cuando no se utilizaba el Siepac.
Los retos para seguir mejorando las condiciones
La desconcentración de generación de energía eléctrica evita la volatilidad que a lo largo de la historia ha afectado el sector, opina Luis David, director de Invest in Guatemala. Los entrevistados coinciden en una serie de recomendaciones para mejorar la eficiencia del sector.
- Emplear nuevas tecnologías.
- Fomentar la inversión en generación de energía, especialmente renovable.
- Evitar los conflictos provocados por un grupo que se opone a proyectos productivos.
- Certeza jurídica en temas específicos del sector
- Mantener un regulador (CNEE) técnicamente sólido y evitar su politización.
- Fortalecer al AMM para su desarrollo y mejora continua.
Demanda en aumento
Cada año la demanda aumenta un 4%, es decir 150 MW de potencia, (la mitad de lo que genera la hidroeléctrica Chixoy), por lo cual es necesario establecer una estructura que pueda garantizar que siempre se cumpla con el suministro.
Para Víctor Suárez, es necesario cumplir con lo que estipula la Ley, para evitar cualquier desabastecimiento. “Hay un obstáculo a la competencia, que causa un anquilosamiento (paralizarse o detenerse en su evolución)”, explica, por lo que demandó a las autoridades competentes cumplir con las leyes en cuanto a liberar el mercado para generar competencia y garantizar la oferta.
Otro tema que debe ser revisado, según los entrevistados, es el aporte de subsidio que otorga el INDE a la tarifa social, el cual es insostenible, y se han planteado diversas propuestas para reformular la ayuda. Actualmente hay seis propuestas, entre estas las que presentaron la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia –Segeplan-; el Ministerio de Energía y Minas y el mismo INDE.
La tarifa social se aplica al 90% de usuarios de EEGSA y al 97% de Energuate. Este mecanismo lo aprobó el Congreso de la República, en el año 2000, para favorecer a los usuarios con consumos de hasta 300 Kilovatios hora –KWh- de energía.
Si bien es cierto que el aporte social del INDE tiene una reducción, esta se mantendrá debido a que cada mes se incorporan más usuarios a la tarifa social, de acuerdo a la electrificación rural y ahorro en el consumo de los usuarios.
En el 2014 se desembolsaron Q1 mil 323.33 millones de subsidio y se proyectó para este año Q1 mil 105.57 millones.
Carranza recuerda que a partir del trimestre mayo-junio 2015, bajo el precio de la electricidad en la tarifa social para las tres distribuidoras, Deocsa, Deorsa y EEGSA, de entre Q0.23 y Q026 por kWh. “Esto tiene un impacto en las finanzas del INDE, que dejará de aportar unos Q300 millones anuales al pago del subsidio a los consumidores de menos de 300 kWh/mes de energía”, señaló.
Matriz de Generación 2015
Fechas claves
A oscuras, con altos costos y amenazados por apagones, era el panorama de Guatemala hace varias décadas. Muchos recuerdan cómo se racionalizaba el suministro de energía eléctrica, por dos o seis horas al día y la falta de garantía de aparatos eléctricos tras constantes apagones.
Fue un camino con obstáculos, pero se lograron avances, recuerda Suárez, quien participó en el Diálogo Nacional de 1985, durante el gobierno de Oscar Mejía Víctores.
- En 1984 la cobertura eléctrica era del 28%
- En 1985 se estableció un Diálogo Nacional con la intención de eliminar el monopolio, abrir el mercado y generar competencia.
- En 1986 se crea la Ley de Fomento al Desarrollo de Fuentes Nuevas y Renovables de Energía.
- En 1990 se agudizó la crisis, tras la negativa del gobierno de Vinicio Cerezo de hacer cambios estructurales. Ese año se realizó el contrato oneroso de las barcazas de la empresa Enron, instaladas en Puerto Quetzal.
- En 1992, durante la gestión de Jorge Serrano Elías, fue la peor época de razonamiento de energía.
- En 1993, pese a que existió un consenso entre sector privado, sindicatos, cooperativas y gobierno para abrir la libre competencia, el gobernante Ramiro de León Carpio no apoyó la iniciativa. Sin embargo, el Congreso de la República aprobó por unanimidad las reformas al INDE
- En 1996, Álvaro Arzú generó las condiciones para que se produjeran inversiones privadas en el sector. Se aprueba la Ley General de Electricidad.
- En 1997 se aprueba el reglamento de la Ley General de Electricidad.