En febrero de 2014, la Presidencia de la República presentó ante el Organismo Legislativo, la iniciativa denominada “Ley de Fomento al Establecimiento, Recuperación, Restauración, Manejo, Producción y Protección de Bosques en Guatemala” -Probosque-.
Probosque, elaborada bajo el liderazgo de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Bosques (INAB) y de actores del sector forestal, tiene por objeto aportar favorablemente al desarrollo sostenible, además de aumentar la cobertura forestal del país con la creación y aplicación de un nuevo programa de incentivos, el que se pretende esté vigente por al menos 30 años, a partir del 2017 al 2047.
Es importante comentar que la Ley Forestal vigente (Decreto Número 101-96) creó el Programa de Incentivos Forestales (PINFOR), a través del cual se ha podido otorgar subsidios a propietarios de tierras que desarrollan actividades de reforestación y manejo de bosques naturales. De acuerdo al INAB, el PINFOR ha atendido alrededor de 5,000 proyectos de reforestación, con un área de más de 110,000 hectáreas, así como más de 2,400 proyectos de manejo de bosque natural, con un área de 200,000 hectáreas.
Adicionalmente, el INAB conformó un Programa Piloto de Apoyos Forestales Directos (PPAFD) y otro para Pequeños Poseedores (PINPEP).
Estos programas han permitido a Guatemala, contar con un sistema de apoyo a la forestación que es considerado un ejemplo a seguir y replicar por otras naciones, dado que los mismos constituyen los únicos incentivos que en la actualidad funcionan, ya que los modelos de tipo fiscal que existían fueron derogados en los años 1996 y 1997.
El nuevo programa de incentivos se enfocaría en lo siguiente:
- La gestión de bosques naturales con fines de protección y conservación.
- Recuperar áreas desprovistas de árboles, a través de plantaciones forestales, la restauración de las cabeceras de cuenca, y la protección de fuentes de agua.
- Incorporar especies arbóreas a tierras de vocación agropecuaria.
Adicionalmente y de acuerdo a la información generada por el INAB, con el nuevo programa se lograrían los siguientes resultados:
- Más de 900,000 nuevos empleos rurales no agrícolas.
- Inversión en la economía rural de alrededor de 465 millones de quetzales al año, por actividades de protección, producción y recuperación de bosques.
- De 2017 a 2047, una relación de inversión pública y privada de 8 y 15 mil millones de quetzales.
- Alrededor de 1.2 millones de toneladas de leña anuales, originadas por bosques energéticos y naturales bajo manejo.
- 2.25 millones de metros cúbicos por año para las cadenas de producción.
- Reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, de alrededor de 115 millones de toneladas de CO2, con la posibilidad de que al menos la tercera parte de las mismas sean comercializadas en forma de bonos por fijación de carbono.
TEXTO: Ing. Khalil de León