Eduardo Ferreyros Küppers, ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, justifica el TLC que su país negocia con Guatemala.
HERNÁN GUERRA / INDUSTRIA Y NEGOCIOS
¿Por qué cree que es importante que Guatemala y Perú firmen un Tratado de Libre Comercio?
Queremos firmarlo con toda Centroamérica. Pero para ser específico, en el caso de Guatemala para nosotros es importante. Primero, porque este país tiene una ubicación geográfica privilegiada, es una economía importantísima de la región y porque somos países muy parecidos; tenemos una cultura ancestral que ha influenciado en ser lo que somos, hablamos el mismo idioma, tenemos las mismas costumbres, etcétera. Y porque para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) guatemaltecas y peruanas es mucho más fácil y accesible hacer negocios entre ambos mercados que hacerlo con Japón o China, por ejemplo. Un TLC les sirve a las Pymes para comenzar a internacionalizar sus productos. El pequeño y mediano empresario nuestro, comienza, normalmente, con los mercados regionales, con la comunidad andina, con nuestros vecinos como Ecuador, Bolivia, Colombia, Chile y Brasil, pero ahora estamos ampliando los mercados potenciales. Para nosotros, Centroamérica, si bien es un mercado interesante para la gran empresa, para la Pymes es mucho más. Igual es para Guatemala; Perú se presenta como un mercado muy atractivo.
¿Qué ofrece Perú para el sector de las Pymes?
Para las Pymes de Guatemala y de Perú, la firma de un tratado comercial les abre más oportunidades. En Perú somos un mercado de 30 millones de habitantes y cada vez con mayor poder adquisitivo; el ingreso per cápita es cercano a los cinco mil dólares pero va en aumento de manera sistemática. En 2010 el país tuvo un crecimiento de su Producto Interno Bruto del 8.8 por ciento y, en promedio, ha sido del 6.5 por ciento en los últimos diez años, lo cual confirma que para los industriales exportadores guatemaltecos, somos un mercado potencial interesantísimo. Por eso creemos que Guatemala debe ver a Perú como un mercado interesante para sus productos de exportación, una excelente oportunidad para diversificar sus mercados.
¿A caso son economías complementarias?
En algunos sectores somos economías complementarias. En el sector agrícola, por ejemplo, Perú produce durante todo el año. En el ramo textil nos hemos especializado en tejido de punto mientras que Guatemala lo ha hecho en tejido plano. Nosotros tenemos una integración vertical que va desde la producción de algodón, hilo, tela hasta llegar a la confección. Ahí lo que tenemos que buscar son complementariedades y, aquellas sensibilidades que hubiese, dejarlas de lado mediante la eliminación progresiva de los aranceles.
¿Es Perú una economía ya muy abierta? ¿O tiene protecciones significativas?
Perú tiene una economía muy abierta y eso ha demostrado ser importante pues ha traído beneficios al sector industrial porque se ha enfrentado a la competencia. Esa apertura comercial se ha logrado por medio de los tratados suscritos pero unilateralmente también se han reducido considerablemente las protecciones arancelarias. El promedio de las tasas arancelarias de Perú es cercano al cuatro por ciento y en algunos TLC nos llevan hasta un dos por ciento. Es decir que el industrial peruano ha llegado a niveles de competencia bastante importantes, ya no tiene protecciones significativas como tuvo hace dos décadas atrás. Hoy, nuestras industrias tienen más músculo porque han enfrentado la competencia y lo mismo creo que sucede con Guatemala, que también tiene un sector productivo muy competitivo.
¿Qué productos industriales de Guatemala cree que tienen potencial en el mercado peruano?
Ya lo estamos viendo con la industria de muebles por ejemplo. Vitrinas para exhibición ya se venden en Perú, también conservas de pescado específicas que allá no producimos o que Guatemala las exporta a mejores precios que otros productores. Esos son algunos de los nichos de mercado que van a desarrollarse y, sobre todo, ahora que se eliminen los aranceles progresivamente, van a tener mayor competitividad.
¿Habría apertura para el azúcar, un producto en el que Guatemala es competitivo?
Ahora no puedo adelantar, pero se está negociando. Sin embargo, esto no es lo único que Guatemala tiene que ofrecerle al mundo, por eso es que creemos que esta es una oportunidad para que no solo sectores tradicionales sino que también los no tradicionales tengan una oportunidad de exportar al mercado peruano. Perú también viene aumentando sus exportaciones. En 2010 exportamos bienes por unos US$35 mil millones pero hemos importado otros US$30 mil millones. A Guatemala le compramos apenas US$76 millones y le vendimos sólo US$51, siendo la balanza favorable para ustedes, aunque otros años ha sido favorable a Perú. En suma, somos economías que vamos creciendo a un ritmo comercial del 16 por ciento anual, por lo tanto, yo veo un gran futuro para los pequeños empresarios de los dos países pero también en inversiones.
¿Cuáles son los sectores más sensibles?
Las sensibilidades mayores las tenemos en el campo agrícola. Si para Guatemala es importante el azúcar, nosotros tenemos que dar un nivel de acceso en este producto pero también necesitamos que productos de interés para Perú tengan alguna recepción. Las sensibilidades en el sector industrial deben ser abordadas por medio de distintos plazos de desgravación; hasta diez años sería en principio pero en algunos casos pueden ser más largos, como en el área agrícola.
¿Puede citar algunos productos sensibles?
De ambos lados hay sensibilidad en productos del sector agrícola e industrial, como el calzado, pero necesitamos fórmulas para que ambos países podamos dar acceso. Nuestras economías son pequeñas y no nos vamos a hacer daño poniendo en riesgo las empresas, tenemos que apoyarnos mutuamente para avanzar juntos y que los sectores vayan encontrando su propio camino y desarrollo.
¿Cuándo se cerrarían las negociaciones?
La última ronda está programada del dos al seis de mayo, en Lima, pero si no llegamos a un acuerdo, seguiremos negociando en una próxima reunión.