Las empresas de este sector han introducido nuevos diseños, además de ser más eficientes en sus procesos de producción.
Redacción Industria y Negocios
La industria de calzado de Guatemala ha entrado en una nueva etapa de crecimiento a partir de la fabricación de estilos y diseños más modernos, de cara a afrontar los retos que implica la globalización. Adicionalmente, las fábricas -pequeñas, medianas y grandes- han introducido nuevas estrategias en sus procesos de producción, a fin de reducir costos y ser más productivas, explicó Juan Antonio Tojín, presidente de la Gremial de Fabricantes de Calzado, adscrita a Cámara de Industria de Guatemala.
Hoy, las empresas tienen mejores modelos de administración de inventarios, tanto en materias primas como en producto terminado. En ese sentido, en vez de fabricar calzado sin tener la seguridad de su venta al consumidor final, todas trabajan contra pedidos, cambio que les ha permitido reorganizar sus stocks y ser más eficientes, expuso el presidente de la Gremial.
“Lo que hacen las empresas es actualizarse en modelos y procesos para producir a menos costos y obtener mayor productividad y así salir adelante”. Explicó que anteriormente la industria de calzado producía para luego despachar, pero poco a poco ese proceso ha ido cambiando.
El desarrollo de los nuevos modelos se está produciendo en zapato, piel y cueros. “Nos hemos preocupado de sacar modelos modernos, con lo que el fabricante tiene mejores opciones en su distribución”, señaló Tojín.
Asimismo y, a partir de la eficiencia, las fábricas de calzado han reducido considerablemente sus márgenes de utilidades, estrategias con las cuales hoy son más competitivas frente a la abundancia de producto importado.
Recuperando terreno
Según explicó el presidente de la Gremial, en 2009 el sector mostró una ligera recuperación de entre un 15 y 20 por ciento respecto de 2008, a pesar de la crisis económica y financiera internacional. Sin embargo, sostuvo que esa aparente recuperación se produjo frente a un año, como 2008, que fue de los peores de los últimos tiempos. En cambio, si se compara con 2007, la tendencia sigue siendo negativa; “si partimos de un 100 en 2007, hoy deberíamos andar con un 110 ó 112, pero sólo estamos en un 80”, explicó el empresario.
Por otra parte y si existiera una política de Estado por promover la competitividad y la generación de más puestos de trabajo, se debería de dar preferencia al producto nacional, extremo que durante este Gobierno no se ha visto, explicó Tojín. Y es que, recientemente, a nivel gubernamental fueron comprados alrededor de 120 mil pares de zapatos para regalar en algunos pueblos pero las autoridades optaron por adquirir producto chino, de menor calidad que el que se produce en el país.
La industria de calzado en Guatemala, adscrita a la Gremial, se compone de 42 empresas, entre pequeñas, medianas y grandes, aunque la cadena del sector es mucho más amplia pues se integra también por empresas productoras de suela, cajas, material de empaque y tacones, además de pequeños talleres que generan empleo. Se estima que más de 40 mil personas dependen de esta actividad.