Damos la bienvenida a un nuevo año que, como todos, viene lleno de esperanzas, ilusiones y buenas promesas, muchas de las cuales se harán realidad y, otras, no pasarán de haberse quedado sólo en eso: promesas. El 2010 es un año que seguramente la mayoría deseamos sea diferente al 2009 y que nos deje mejores y muy gratos recuerdos. Aunque sabemos que crecer a los niveles registrados hasta antes de la crisis financiera y económica...