FEB-2015 Los altibajos en el precio del combustible

El fenómeno que en el último semestre ha alterado el precio del combustible, ha dado cavidad a diversas especulaciones en cuanto a su comportamiento, por lo que expertos han colaborado para comprender mejor lo que sucede.

Panorama

La tendencia a la baja en el precio del combustible empezó a generarse hace cuatro años en los campos petroleros de Estados Unidos, cuando, según Luis Ayala, Director General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, la agencia de energía lanzó una política que buscaba la autosuficiencia del país en cuanto a la producción de crudo.

Con un superávit de aproximadamente 4 millones de barriles diarios, el mercado comienza a robustecerse y genera el “fenómeno perfecto”, ya que se tiene alta producción y bajo consumo.

De acuerdo con Guillermo Monroy, Gerente General de UNO Guatemala, licenciatarios de Shell, la baja demanda del crudo, además de la sobreoferta que existe, es derivado de la situación económica de Europa, el bajo crecimiento del mercado Chino, la sustitución de operaciones por tecnologías nuevas y por fuentes de energía solar o eólica.

Paralelamente, las economías emergentes son las principales consumidoras de combustible, así como Brasil, India y Japón, las cuales no cumplieron con las proyecciones de crecimiento que señaló la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP-, y por lo tanto no generaron una demanda significativa.

Impacto en el mercado

A partir de mayo del 2014 el fenómeno comenzó a marcar la alta producción y el bajo consumo en el mercado, y como una de las medidas para controlar la situación, el costo de extracción de barril en E.E.U.U cayó aproximadamente en $40 y su precio de venta ronda entre los $48.

“En este momento el precio sigue bajo, pero comienza a estabilizarse porque muchos campos petroleros de E.E.U.U y Canadá empiezan a cerrar, ya que no es rentable mantenerlos”
Luis Ayala Director General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas.

El mayor porcentaje de crudo que se dispensa en Guatemala proviene de Norteamérica, por lo tanto el impacto en los precios es inmediato y variante, ya que dependemos de las decisiones de otro mercado. Sin embargo el país funciona muy bien en el libre mercado y la legislación se orientó para permitir que los actores de la cadena de combustible compitan.

De acuerdo con Enrique Meléndez, Director de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina, el consumo promedio de combustible en el país es aproximadamente de 68 millones de galones diarios y la reducción en su valor ha sido de más de Q16.00, lo cual es un resultado significativo.

Sin embargo el precio del combustible contempla además un impuesto fijo que es de Q4.70 para superior, Q4.60 para regular y Q1.30 en el diesel, y el Impuesto al Valor Agregado -IVA- que es el 12% del importe final.

Según Ayala la baja en los precios no ha sido motivo para que el consumo llegue a ser representativo, ya que en Guatemala, en el período de noviembre a enero de este año, presentó un incremento aproximadamente de 3%. “Por más que se tengan bajos precios las personas no van a duplicar su consumo”, mencionó.

Beneficios y desventajas

Según los expertos este fenómeno tiene un impacto positivo en la economía, ya que el consumidor tiene un mayor poder adquisitivo al pagar menos por combustible. El dinero sobrante puede ser utilizado para ahorro o para cubrir otras necesidades, y cuando este es gastado es cuando se dinamizan otros mercados.

Otro beneficio es la considerable disminución del contrabando, ya que actualmente el precio de este producto está más bajo que en México, sin embargo Meléndez hace énfasis en que este problema debería ser resuelto por una acción del Estado y no por el comportamiento del mercado.

Paralelamente hay aspectos negativos como consecuencia de este acontecimiento, y uno de estos es que la recaudación se ve cuantiosamente disminuida, derivado que el importe del IVA se ve reducido.

A pesar de la caída en los precios del combustible, estos han entrado de nuevo a la curva para posicionarse con cierta estabilidad en su variación. Monroy asegura que “interpretando las declaraciones de los productores, lo que se anticipa es que los precios no regresen a los niveles de hace algunos años”.


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