DIC-2014 Los altibajos del 2014

Javier Zepeda
Director Ejecutivo
Cámara de Industria de Guatemala

Este año que recién termina resultó atípico. Diferente. Por muy optimistas que todavía somos, la realidad se empeñó en recordarnos cuán difícil resulta salir airosos en las diferentes facetas de la vida económica, política y social del país.

Empezamos con entusiasmo y optimismo, convencidos de que haríamos todo de nuestra parte para que el 2014 fuera el año de la recuperación, y en buena medida los agentes económicos demostraron estar a la altura de las circunstancias porque, según las previsiones de la Cepal, el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá alrededor del 4%, algo que no habíamos conseguido desde el 2007.

Aunque falta conocer oficialmente el crecimiento en términos reales, lo cual sabremos entre enero y febrero próximos, un crecimiento del 4%, o cercano a este, demuestra que el guatemalteco ha continuado trabajando arduamente para sacar adelante al país.

Detrás de esta cifra hay un mérito significativo de las exportaciones netas, sobre todo impulsadas por la explotación de minas y canteras, las industrias manufactureras, la intermediación financiera y al comercio por mayor y menor; pero también a la inversión productiva, local y extranjera, y al consumo privado, fortalecido por el crecimiento de las remesas familiares.

Por supuesto que si uno lee la letra pequeña de los informes de los centros de estudio y de las autoridades, inmediatamente descubre que crecer un 4% es insuficiente. Hemos dicho antes que necesitamos crecer, por lo menos, un 6%, si queremos superar los riesgos que se siguen acumulando en el horizonte.

Nuestro optimismo de principios de año estaba fundado, en buena medida, en ese espíritu emprendedor del empresariado, de los profesionales, de los ciudadanos en general. Y fue así como logramos, por ejemplo, reunir a un importante grupo de inversionistas y gente de negocios en el World Business Forum Latinoamérica, entre otras actividades del sector industrial encaminadas a mejorar el clima de negocios.

Cámara de Industria no podía ni puede soslayar su visión integral de corto, mediano y largo plazo. Nuestra función va más allá de los gobiernos de turno y por eso aplaudimos, con sinceridad, todas aquellas acciones encaminadas a la generación de empleos y al crecimiento económico.

Pero también alzamos la voz cuando vemos acciones que frenan el impulso de la economía. Alertamos cuando se pierde la confianza del inversionista y de los consumidores, pues reitero que el consumo privado, en el caso de Guatemala, representa más de dos tercios del PIB. En un entorno de bajo crecimiento, aumentar los desequilibrios implica perder lo poco que hemos ganado.

Por la inercia que trae la economía, el 2014 tendrá resultados positivos, pero en el 2015 no tenemos garantía de seguir creciendo por el riesgo de que aumente la falta de transparencia en el uso de los recursos públicos, crezca el déficit fiscal y disminuya el consumo, especialmente en los sectores afectados por los impuestos recientemente aprobados por el Congreso de la República.

Por la forma en que quedó aprobado el Presupuesto General de Ingresos y Gastos para la Nación en el 2015, la mayoría de analistas prevén efectos negativos. Son muchos los riesgos que se pueden materializar, y eso no deja de preocupar, pues hace apenas unos meses veíamos la luz al final del túnel.

Hoy, vemos las mismas sombras del pasado, en un ambiente que puede oscurecerse aún más por la adelantada campaña política del 2015.

No sorprende, en medio de este actual paisaje de la economía, que hayan aumentado las dudas sobre las verdaderas intenciones de los políticos, pero ante el riesgo de que haya más empobrecimiento y corrupción, nos corresponde para el 2015 seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer, que es trabajar productivamente, pero también tomando acciones para fortalecer nuestra democracia, exigiendo contrapesos y controles rigurosos para impedir abusos y sancionarlos cuando se produzcan.

El 2014, entonces, resultó siendo un año atípico, con altibajos, pero nosotros seguiremos haciendo ahora y en el 2015 lo que nos corresponde, como lo hemos hecho en los últimos 55 años, acompañando, defendiendo y promoviendo al sector industrial.

Este año ha sido intenso, pero Demócrito decía que la “vida sin fiestas es como un largo camino sin posadas” y por eso esperamos que nuestros apreciados lectores tengan unas felices fiestas de fin de año y que recuperen las fuerzas y los buenos ánimos para recibir con energía los días que se avecinan.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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