Javier Zepeda
Director Ejecutivo
Cámara de Industria de Guatemala
Siendo un país con gran potencial de emprendedurismo, Guatemala debería de recibir y generar más apoyo en cuanto a dar oportunidades a quienes se esmeran en ejecutar proyectos, pero no tienen los recursos necesarios para hacerlo. Las razones son simples, pero fundamentales: los emprendedores contribuyen al crecimiento económico del país y a la generación de empleo.
En este caso, deseamos puntualizar la situación de las mujeres en nuestra sociedad. Según los índices que en el tema de portada se detallan, este género tiene poca inclusión en el tema laboral y económico, además de recibir poca remuneración y dignificación en el trabajo que realizan.
No obstante, según los rankings del proyecto británico Global Entrepreneurship Monitor (GEM), solo el 29.2% de la población son emprendedores en Guatemala, y de estos más de un 50% son mujeres. Este estudio reveló en el 2012 que a nivel global un aproximado de 126 millones de mujeres se encontraba iniciando un negocio, lo que significaba una oportunidad de empleo para ellas y para otras personas contratadas.
Es vital reconocer que en nuestro país existe una realidad innegable: entre el 80 y 90% de los proyectos no logra sobrevivir al intento por diversas razones como las condiciones del mercado, el desconocimiento de requerimientos y la improvisación. Sabidos de estos obstáculos, como Cámara de Industria de Guatemala nos hemos propuesto colaborar a contrarrestar esta situación y orientar a los emprendedores a aprovechar mejor las oportunidades.
Esta decisión no solo se enfoca en los programas que como institución hemos creado, sino también es un apoyo a proyectos de otras organizaciones que tengan el mismo objetivo de impulsar a los emprendedores a convertirse en empresarios.
Con esto en mente, el pasado mes, CIG se comprometió junto a ONU Mujeres de Guatemala, a ejecutar su Programa Ampliando las Oportunidades Económicas para las Mujeres Rurales Emprendedoras en América Latina, “Mujeres Emprendedoras”, ofreciendo capacitaciones con metodologías que las eduquen en temas de actualidad, comercio, formación empresarial y de sustentabilidad de su negocio.
Hasta el momento, colaborar con las 9 organizaciones participantes en este proyecto representa para nosotros un significativo aporte a la sociedad y en especial a las mujeres rurales emprendedoras que las conforman. No está por demás mencionar que además de reconocer los principales problemas que obstaculizan el progreso del país, tratamos de buscar soluciones y acometer acciones que nos permitan apreciar avances, tanto en el ámbito económico como social.
Satisface saber que como institución creamos la oportunidad para que todo emprendedor fortalezca sus ideas y las transforme en un negocio exitoso, con bases bien cimentadas. Estamos seguros que con esta inversión en proyectos valiosos, además de darle un valor a la inclusión de las mujeres en la economía del país, podremos beneficiar a la sociedad con el surgimiento de nuevas empresas.
De esta manera, como Cámara de Industria contribuimos a que el emprendimiento en Guatemala cada día sea más por oportunidades y no por necesidad.